El
estrés es un estado de fatiga física y psicológica el cual es provocado por
exceso de trabajo, desórdenes emocionales o por cuadros de ansiedad. Es un proceso natural que responde a nuestra necesidad de
adaptarnos al entorno; pero resulta perjudicial si es muy intenso o se prolonga
por mucho tiempo. A menudo
los hechos que lo ponen en marcha son los que están relacionados con los cambios,
los cuales exigen del individuo un sobre esfuerzo y por lo tanto ponen en
peligro su bienestar personal.
Aunque en ocasiones constituye el motor de nuestras vidas, es ante todo uno de nuestros más feroces enemigos. Frente al estrés, el organismo humano reacciona tanto en el aspecto biológico como en el psicológico. Aunque no siempre tiene consecuencias negativas, en ocasiones su presencia representa una excelente oportunidad para poner en marcha nuevos recursos personales, fortaleciendo así la autoestima e incrementando las posibilidades de éxito en ocasiones futuras.
Aunque en ocasiones constituye el motor de nuestras vidas, es ante todo uno de nuestros más feroces enemigos. Frente al estrés, el organismo humano reacciona tanto en el aspecto biológico como en el psicológico. Aunque no siempre tiene consecuencias negativas, en ocasiones su presencia representa una excelente oportunidad para poner en marcha nuevos recursos personales, fortaleciendo así la autoestima e incrementando las posibilidades de éxito en ocasiones futuras.
En la actualidad el estrés
está más presente que nunca, debido al ritmo acelerado en el que vivimos el cual es el
principal causante, unido a la falta de seguridad económica que
gran parte de la población está pasando a causa de la crisis, lo que nos deja con menos posibilidades de disfrutar del poco tiempo libre que tenemos. En muchas ocasiones sabemos que estamos
estresados, pero no sabemos bien el motivo, porque muchas veces no se trata de
una sola cosa, suelen haber varios problemas.
La
frecuente exposición al estrés genera daños físicos en el cuerpo, que afectan
la calidad de vida de las personas que lo sufren, como son dolor de
cabeza, piel seca, tic nervioso, así como también Obesidad y sobrepeso, pérdida
del cabello, depresión, reducción del deseo sexual, entre otros.
Existen varios métodos para
combatir el estrés, como el biomédico el cual el tratamiento es a través de la prescripción
de tranquilizantes o ansiolicos que inciden directamente en las respuestas
fisiológicas del estrés. También está
el tratamiento psicológico donde se le otorgan gran importancia al control de
la ansiedad emocional.
Pero algunas recomendaciones
que podrías también tomar en cuenta son las siguientes:
Compromisos innecesarios. Elimina todos esos compromisos que más
te estresen.
Organización. Es muy importante que te tomes un
tiempo para organizar tus pendientes.
Menos Control. Tratar de controlar todas las
situaciones y la gente, pueda aumentar nuestra ansiedad cuando no funciona.
Tareas Múltiples. Cuando tenemos muchas tareas
pendientes por hacer en lugar de ser productivo nos produce estrés porque nos
impide terminar una tarea para empezar la otra.
De manera que es mejor hacer una tarea a la vez.
Reduce el Agotamiento. Las actividades que no tienen mucha
importancia elimínalas de tu vida y veras como reducirás el agotamiento y tendrás
mucho más energía.
Baja la velocidad. Trata de tomarte tu tiempo sin apurarte,
disfruta de tu comida, de las personas que te rodean y del ambiente.
Relájate. Es muy recomendable tomarte un
descanso durante el día. Deja lo que estás haciendo y estírate, camina un rato
y tomate un vaso con agua.
Ejercicio. Sin duda alguna este es el mejor
consejo para aliviar el estrés, además funciona como método de prevención anti-estrés. Ayuda a aliviar la acumulación del mismo y
te ayuda a relajarte.
Come sanamente.
Los alimentos que contienen grasas empeoran el estado de ánimo y
contribuyen a aumentar los niveles de estrés.
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