El ejercicio es sin duda alguna, de mucha importancia para
una vida saludable. Además de que te permite tener una condición física
adecuada y un cuerpo fuerte, ayuda al control del estrés y a mejorar el estado
de ánimo. Practicar ejercicio de manera regular contribuye a tener una buena
salud, además de prevenir enfermedades.
Realizar ejercicio de forma regular y sistemática ha demostrado ser muy
beneficioso en la prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud, ya sea
que lo realices de corta o larga duración la actividad física contribuye a
establecer un bienestar mental, mejorando la autonomía de la persona, la
memoria y rapidez de ideas.
Además promueve el optimismo,
al mismo tiempo que mejora la autoestima, lo que produce beneficios en
diferentes enfermedades como la osteoporosis, la hipertensión o las crisis
diabéticas.
Su
práctica diaria es recomendable para mantener un estilo de vida saludable, unido
al seguimiento de una dieta sana, variada y equilibrada, ayuda a cuidar la
salud y prevenir la aparición de una gran diversidad de enfermedades y
trastornos relacionados con el sedentarismo y la poca práctica de ejercicio
físico. Ademas ayuda a fortalecer el carácter, la disciplina
y la toma de decisiones.
Es muy importante saber que
luego de un período largo de inactividad, los ejercicios deben realizarse de
manera progresiva. La intensidad y la
carga deben ser determinadas de forma individual, ya que dependen del nivel
técnico y de la condición física de cada persona.
Lo recomendable es practicarlo entre 3 y 4 veces a la semana, a ser posible entre 35
minutos / 1 hora por cada sesión al día.
Puedes elegir entre una gran diversidad de deporte como correr, caminar,
natación, ciclismo, gimnasio, entre muchos otros.
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