El
metabolismo es el proceso que se
realiza en nuestro cuerpo de trasformar los nutrientes que contienen los
alimentos que consumimos y convertirlo en la energía que necesita el cuerpo
para cumplir con todas las funciones necesaria para nosotros vivir, como por
ejemplo respirar, la circulación de la sangre, mantener la temperatura
corporal, etc.
Este proceso o
reacciones químicas tienen lugar en las células, en el cuerpo se realizan miles
de reacciones químicas metabólicas simultáneamente, lo que hace posible que
nuestras células funciones correctamente y estén sanas.
Cada persona tiene un metabolismo diferente y la
particularidad de estos vienen en los genes.
El metabolismo también puede sufrir modificaciones, por ejemplo el
ejercicio aumenta el metabolismo y todo lo que produzca una liberación de
adrenalina como el estrés, el miedo, o cualquier esfuerzo. En cambio el sueño disminuye
el metabolismo, también la edad
influye en la disminución de este, ya que a mayor edad menos activo es el
metabolismo, la desnutrición o una dieta no saludable puede también reducirlo
considerablemente.
Aunque el metabolismo se produce en las células,
también influyen dos órganos que son las glándulas tiroides y el hígado. Las glándulas tiroides segregan unas hormonas
que se encargan de regular el ritmo de nuestro metabolismo, de manera que si
algo está funcionando mal en las glándulas tiroides afecta a todo el
organismo. Por otro lado el hígado
interviene intensamente en los procesos de transformaciones metabólicas, una
vez que los alimentos han sido digeridos por el estomago, sus componentes útiles
son absorbidos por la sangre y llevados al hígado, aquí se produce la síntesis de
sustancias a partir de los hidratos de carbono y también se sintetizan proteínas
muy importantes para el organismo.
Según estudios se ha comprobado
que algunas alteraciones metabólicas pueden influir en el desarrollo de la
obesidad. Para mantener un peso saludable
es importante que haya un balance entre la energía que nuestro cuerpo produce y
la que consumimos regularmente.
De manera que si la energía
que producimos y la que gastamos es igual, entonces nuestro peso será el
mismo. De igual manera si la energía que
producimos es mayor que la energía que gastamos entonces al cabo de un tiempo
el peso aumenta, esto es debido a que el exceso de nutrientes de los alimentos
que consumimos se convierte en grasa causando la obesidad. Pero si
gastamos mas energías que la que producimos entonces al cabo de un tiempo
perderemos peso. De manera que lo
importante es mantener un balance dependiendo de cuál sea tu caso.
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